Así como hay aromas que nos recuerdan ciertos instantes, personas o lugares, también la música puede convertir un momento de nuestra vida en algo inolvidable.
La música que elegimos para la celebración religiosa de nuestro matrimonio nos identifica, ya sea por su estilo clásico, popular, romántico, religioso, etc.; lo mismo que sucede con los arreglos florales y el diseño del vestido, que con tanta anticipación elegimos. Si decidimos casarnos en una ceremonia religiosa católica, debemos considerar que se trata de recibir un sacramento, el cual constituye un sello en nuestra vida, que nos brinda la gracia y la ayuda necesaria para llevar adelante esta nueva etapa: el matrimonio.
La música de la ceremonia no solo ocupa “espacios” en el desarrollo de la misma, sino que contribuye a crear el clima de oración, pleno de emoción y regocijo propios de una situación tan especial. Los momentos claves son: la entrada de la novia, la bendición de los anillos y la salida de los esposos. Hay temas que son clásicos: la “Marcha Nupcial” de Wagner o de Mendelshon, “Pompa y Circunstancia”, “Himno a la Alegría”, “Aleluya”, etc. son muy utilizados, ya sea para la entrada de la novia o la salida de los esposos. En la bendición de los anillos, habitualmente se canta el "Ave María" de Schubert, ya que es el momento de oración por excelencia.
Es importante tener en cuenta la forma de presentación de la música, que puede estar grabada o ser ejecutada en vivo. Esta última opción es la que brinda mayor calidez a la ceremonia. Puede estar a cargo de un solista, con acompañamiento de teclados u otro instrumento; de un coro o grupo vocal; o bien, de un conjunto instrumental en los mas variados estilos. Siempre es recomendable que los novios concerten previamente una entrevista con los músicos, para seleccionar los temas mas apropiados para cada momento de la ceremonia, siempre dentro del estilo musical elegido y respetando los gustos personales de los contrayentes. También es posible asistir con anterioridad a otras bodas, para escuchar distintos intérpretes y así poder elegir el de su agrado.
AVE MARÍA
Con respecto al desarrollo propio de la ceremonia, es bueno aclarar que los novios pueden optar entre responder el tradicional “Si, quiero” a la pregunta del sacerdote; o bien pronunciar ellos mismos la Promesa Matrimonial, tratando de ensayarla previamente. Si los novios lo desean, pueden comulgar en la ceremonia; para ello, es necesario que se confiesen previamente y, además, deben incluir un tema apropiado para ese momento. También pueden incorporar una primera y segunda lectura, a cargo de algún amigo o familiar; y un salmo, que en su origen tiene una forma cantada (hay varios que, por su significado y su musicalidad, se adaptan muy bien para la ceremonia del matrimonio).
Otra opción posible es celebrar el sacramento del matrimonio dentro de una Misa, llamada de Esponsales. Se trata de una misa común, que incluye el rito del Matrimonio. Dura aproximadamente una hora y, en este caso, las posibilidades de temas musicales a incluir son interminables. Conviene contactarse con músicos que tengan conocimiento en liturgia, para seleccionar la música apropiada.
Los últimos días de preparación de una boda son siempre de gran actividad y ajetreo, con interminables detalles a resolver. Es importante que la música del casamiento contribuya a que los novios puedan concentrarse en lo importante, creando un clima de intimidad con Dios, en cuya ayuda confían para la vida de matrimonio.
Silvia Lacaze
CEREMONIAS RELIGIOSAS (MP3)
PARTE I
Cristian Rodríguez: voz y guitarra Silvia Lacaze: voz Músicos: Horacio Soria: piano
